ANOCHE
Anoche
Amé su cuerpo
y encendí en su corazón una llama
Su ardiente piel vistió la fría desnudez de mi cama
Sacié mi sed infinita en la fresca bahía de su almaSus piernas eran rutas de placer
hacia la flameante humedad de sus adentros
Con mis manos de alfarero cultivé caricias en su blanca llanura
mientras ella cabalgaba desnuda sobre el duro filo de mi daga
Sembré ternura en sus labios que tenían el color del atardecer
Y después, !ay! después yacía inerte sobre la blancura inmaculada de mi almohada
viernes, 5 de septiembre de 2008
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